Si deseas materializar tus deseos es necesario que tengas en cuenta una serie de premisas. La primera y la más básica es formular un deseo. Parece una obviedad pero a veces nos encontramos deseando cosas que no son reales o que no están en consonancia con nuestra esencia personal. De modo que lo primero que debes hacer es cerciorarte de que tú deseo es posible de realizar y comprobar igualmente que lo que anhelas responde a lo que tú sientes que eres. El deseo debe ser puro.

Cuando formulas un deseo en estos términos, la vibración que emites es muy elevada. Esa vibración te la indican tus emociones pues lo que experimentas es felicidad, amor, júbilo o plenitud. Para que tus deseos se cumplan es necesario que sostengas una vibración elevada, es decir, es necesario que te sientas bien. Sin embargo, una vez formulado tu deseo lo que experimentas es su carencia. De modo que tus emociones te mueven hacia vibraciones más bajas, en las que sientes frustración, rabia, dudas, temor…

Para cambiar el patrón fijo de vibración emocional, que experimentas en relación a una situación vital que te afecte negativamente, es preciso que sostengas una vibración elevada y, para ello, es importante que localices y aceptes los sentimientos negativos asociados a esa situación. Una vez que los has aceptado puedes introducir ideas positivas que te ayuden a sentirte mejor. Naturalmente no puedes cambiar un sentimiento de ira o frustración por otro de amor y alegría de manera inmediata, pero si puedes ascender en tu escala emocional de manera progresiva.

No te centres en tus problemas, céntrate en tus deseos. No permitas que tus problemas te inunden pues si solo te ocupas de tus problemas nunca llegarás a solucionarlos. Acótalos, observa las emociones negativas que experimentas y crea ideas positivas que te ayuden a regular tus estados de ánimo. El pensamiento positivo solo es efectivo cuando previamente autoriza las emociones negativas que pretende contrarrestar. En caso contrario lo que genera es una división interna y una obsesión. Si te armas de paciencia y trabajas en esta dirección, la probabilidad de que tus deseos se materialicen aumenta exponencialmente.