Cualquier progreso personal se produce desde el bienestar, de modo que para crecer interiormente es necesario progresar desde los valores positivos que nos construyen. La capacidad que tenemos de vivir el gozo y el placer está muy relacionada con la capacidad de soportar dolor sin que nos afecte; sin embargo, desde el dolor no podemos evolucionar. Debes entender que, de la misma manera que una parte de tu personalidad funciona de manera insana, otra lo hace de forma saludable. Una de las cosas más importantes y efectivas que puedes hacer para evolucionar de manera equilibrada, consiste en dialogar de manera constructiva entre la parte herida y la sana. Si te identificas con el dolor lo que generas es sufrimiento. Le das mucha importancia y te sumerges en el rol de la víctima. Desde ahí es muy difícil evolucionar.

Crecer en valores implica averiguar lo positivo que hay en ti, aquello que te singulariza y potenciarte en ello. Para conseguirlo es necesario que te preguntes y sientas tu actuar esencial, es decir, lo que te conecta con el placer, aquello que realmente sientes o deseas hacer. Para ello puedes también conectar con tu talento personal. El proceso de revitalización es una constante en nuestra vida, desde el momento en que nos decidimos a conectar y a dejarnos guiar por nuestra sabiduría interna. Podemos identificarnos con valores concretos y diseñar una identidad personal positiva en torno a la bondad, la autenticidad, la destreza física, la honradez… pero debes comprender que los valores emergen de los sentimientos y solo los incorporamos a nuestra vida cuando nos reportan beneficios desde la experiencia. Por lo tanto, nuestra escala de valores varía con el tiempo y el significado que le damos a cada uno de ellos depende del contexto en el que vienen a desplegarse.

Desde el punto de vista del desarrollo personal, es muy importante también que identifiques tu necesidad o necesidades principales. Esta necesidad está relacionada con aquello que más te cuesta expresar pero que, al mismo tiempo, también es lo que más anhelas ser. Una forma de identificar tu esencia consiste en sondear los momentos y áreas de tu vida en las que, habiendo tenido problemas, pudiste salir a flote ¿A qué recursos personales recurriste para solucionar aquella situación?